Tahití: descubren un arrecife de coral gigante que no ha sido afectado por el cambio climático

Un grupo de científicos descubrieron un arrecife de coral gigante en forma de rosa y en buen estado de conservación a más de 30 metros de profundidad a lo largo de las costas de Tahití. Se trata de la isla más grande de la Polinesia francesa, situada en el archipiélago de las islas de la Sociedad al sur de Oceanía.
Es un importante e inusual hallazgo, teniendo en cuenta el retroceso de estos ecosistemas debido al cambio climático y que la mayoría de los arrecifes de coral conocidos en el mundo se encuentra en profundidades de hasta 25 metros. Sin embargo, a la profundidad de este arrecife todavía hay suficiente luz para que los corales crezcan y se reproduzcan.
Y, sumado a eso, se cree que las aguas de la costa de Tahití son lo suficientemente profundas como para protegerlo de los efectos del calentamiento de las aguas oceánicas.
«Se trata de uno de los mayores arrecifes de coral en el mundo a más de 30 metros de profundidad», indicó en un comunicado Unesco, que respaldó la misión científica.
«El estado impecable de los corales en forma de rosa y la extensión de la zona que cubren lo hacen un descubrimiento muy inhabitual», señala Unesco.
El arrecife cuenta con tres kilómetros de longitud, entre 30-65 metros de amplitud y entre 35-70 metros de profundidad, precisa Unesco. Para tener alguna referencia, algunos corales miden dos metros de diámetro. Además, probablemente tardó unos 25 años en crecer.
«Es una zona poco explorada. Lo que conocemos bien son las zonas entre los cero y los 30 metros», explicó a Laetitia Hedouin, bióloga marina y especialista de corales del centro de investigación francés CNRS y del órgano de investigación internacional CRIOBE.
«Estos corales no presentan señales de estrés ni de enfermedad», prosigue, en contraste con los corales situados más cerca de la superficie en la Polinesia francesa, que experimentaron un episodio de blanqueo en 2019.
Así, los corales gigantes en forma de rosa están sanos y no hay pruebas de que hayan sufrido impacto alguno de la actividad humana.
La expedición de submarinismo tuvo lugar en noviembre de 2021 gracias a unos equipos de buceo específicos para descender hasta esta profundidad. «El equipo realizó inmersiones que totalizaron unas 200 horas para estudiar el arrecife y ha podido asistir a la reproducción del coral», señaló Unesco.
En la zona se colocaron sensores de temperatura. «Estamos al comienzo de un programa de vigilancia que esperamos (que sea) a largo plazo» para comprender mejor el buen estado de conservación del arrecife, a pesar del cambio climático.
El descubrimiento plantea la cuestión de «la consideración de estas zonas profundas en la elaboración de áreas marinas protegidas», dijo Hedouin.
El hallazgo sugiere que puede haber muchos más arrecifes desconocidos en nuestros océanos, puesto que solo el 20% de todo el lecho marino ha sido mapeado hasta ahora y los océanos son los grandes desconocidos del planeta. «Hasta la fecha, conocemos mejor la superficie de la luna que las profundidades del océano», señala Audrey Azoulay, Directora General de la Unesco.
«También plantea la cuestión de cómo los arrecifes de coral se vuelven más resistentes al cambio climático», asegura Julian Barbiere, director de políticas marinas de la Unesco, que subrayó la necesidad de cartografiar una mayor parte del suelo oceánico para salvaguardar mejor la biodiversidad marina.
Para el servicio de Cambio Climático de la UE, la ola de calor que enfrenta Sudamérica es “preocupante e histórica”https://t.co/72HxKu39fL
— misionesonline.net (@misionesonline) January 12, 2022