Corazón: realizaron en Misiones un nuevo implante valvular TAVI en el Instituto de Cardiología y Cirugía del Sanatorio Boratti
Se le hizo a un paciente de 70 años, afiliado de la obra social provincial IPS. Se trata de un procedimiento complejo, pero mínimamente invasivo, donde se reemplaza la válvula aórtica, llamado TAVI, cuya primera intervención se había hecho por parte del mismo equipo médico en el 2019. Los profesionales que lo llevaron adelante destacaron el compromiso y esfuerzo tanto de los especialistas, como del sistema de salud local.
Los médicos José Luis Lazarte, especialista en cardiología intervencionista y Griselda Doxastakis, especialista en eco cardiografía, que forman parte del equipo que llevó adelante esta intervención, explicaron desde cómo se realiza el diagnóstico, hasta la práctica.
“Tenemos cuatro válvulas en el corazón y la aórtica es la que más se enferma, con el tiempo se va degenerando, y por tanto es la de mayor prevalencia de patologías valvulares en el corazón. Sin embargo hay que destacar que es una válvula de fácil diagnóstico. El médico le coloca un estetoscopio y puede hacer el diagnostico por el soplo, de esta patología” indicó Lazarte.
Lo que hace años solo podía resolverse con cirugía, actualmente agrega la opción de un implante percutáneo
El profesional explicó que “la válvula debe abrirse y cerrarse para el paso de la sangre, y esa apertura y disminución se va alterando en la apertura, se llama estenosis, que hace el área se haga estrecha, y el paciente con la disminución de esa apertura va desarrollando síntomas, cuando pasa eso muy probablemente ya esté en un contexto de una estenosis o estrechez importante, y hace que el tratamiento médico ya no sea suficiente, entonces la alternativa que existía hace un tiempo atrás, era un reemplazo de la válvula, que era a través de una cirugía a cielo abierto, que es una operación de gran envergadura en el corazón”.
El problema que surge, aclaró el médico, es que muchas veces los pacientes añosos (más de 70 años), no tenían la posibilidad de recibir esa cirugía a cielo abierto, por el riesgo de la edad o la presencia de otras patologías, que hacían que una cirugía de esa importancia, no la iban a tolerar. Entonces tenían que resignarse a la evolución natural de la enfermedad, porque la cirugía era un riesgo mayor. Es ahí es donde hace algunos años aparecieron las intervenciones mínimamente invasivas, como este implante valvular aórtico percutáneo.
Diagnóstico mediante estudios rutinarios con el cardiólogo
La doctora Doxastaquis, contó que hoy en día teniendo, la posibilidad no solamente de la técnica conocida como Eco doppler, sino también la ecografía tridimensional, se puede ampliar el estudio de esta patología. “Todos los días uno ve gente que viene con síntomas sospechosos de esta afección, dentro de los cuales la falta de aire, el dolor precordial y en algunos casos el síncope, es decir el desmayo súbito, pueden ser los detonantes del diagnóstico de esta patología. Pero en muchas otras ocasiones la persona está asintomática, y el médico en el consultorio escucha un soplo, que es el sonido que genera la sangre al pasar por una válvula que está cerrada, entonces llega a un consultorio de eco cardiografía, donde la detección de la patología se puede ver en personas que no tienen síntomas y de ahí se puede ver cuál es el riego real de esa persona, para poder determinar hacia que procedimiento va a ser solucionado ese problema, si vamos a ir a una cirugía general o un procedimiento TAVI. La ecografía nos permite abordar esta patología que, en personas de menor edad, con bajo riesgo, como con válvulas bi cúspides, o personas con insuficiencia renal crónica, que se enferman mucho antes de los 70 años”.
Una vez diagnosticado el problema viene la definición del tratamiento
El doctor Lazarte explicó una vez que está el diagnostico, y se detecta una estenosis valvular aórtica severa, desde el Boratti, tienen conformado un equipo médico que permite evaluar el riesgo del paciente y ver cuál es la mejor alternativa para el tratamiento, ya que no todos los pacientes son indicados para una u otra opción (cirugía o implante percutáneo).
“Hoy por hoy definirlo y además llevarlo a cabo, con el compromiso del equipo (capacitación muchas veces en el extranjero) y del sistema de salud para encarar este tipo de esfuerzos y jerarquizar la salud local, es lo que queremos destacar” afirmó Lazarte.
El galeno recordó que la primera válvula aórtica en el mundo se colocó en el 2002, mientras que en Argentina fue en 2009. En Misiones sucedió en 2019, con un paciente de alto riesgo. Pero la semana pasada se hizo otro ya en un paciente de bajo riesgo. “Poder hacerla en pacientes de bajo riesgo es un esfuerzo que ha llegado a su fin y nos da mucha satisfacción”.
El paciente intervenido hace una semana tiene 70 años, es afiliado del IPS y es no vidente. Que al día siguiente, se fue a su casa con la válvula implantada, fue controlado siete días después y ya estaba caminando perfectamente.
“Destaco el esfuerzo del grupo, y el sistema de salud, en este caso el IPS, que apuesta a la salud local, porque no todas (las obras sociales o prepagas) lo hacen de la misma manera. A nosotros nos lleva mucho tiempo y esfuerzo a capacitarnos, y muchas veces no podemos desarrollar esa formación. El poder hacerla en nuestro ámbito es una gran satisfacción” cerró.