Ecobloques realizados con residuos de Yerba Mate, un proyecto educativo ecológico que promueve la economía circular

El docente e ingeniero Gabriel Cotorruelo detalló que la idea de los ecobloques de yerba mate surgió a partir de probar con distintos elementos para formar ladrillos: “siempre tuve ganas de desarrollar esto, y probando y viendo se me ocurrió usar yerba mate”, contó. Al principio, el objetivo era que los bloques fueran 100% de yerba, aunque la humedad de la misma llevó a que debieran combinarla con otros elementos.
Este trabajo “es algo de prueba y error – consideró- que trato de que los chicos lo hagan, busquen, se equivoquen, y vuelvan a hacerlo”. Hasta el momento, la proporción que hallaron para los ecobloques lleva aserrín y yerba, aunque siguen trabajando e investigando qué sumar para mejorarlo.
Así nació esta propuesta, a la que rápidamente estudiantes de la E.P.E.T N° 1 de la capital misionera se sumaron con gran interés. El proyecto fue presentado en el concurso provincial “¡Que circule! En las técnicas”, y será ahora el que represente al establecimiento educativo. Respecto a este logro, Cotorruelo expresó: “Sentimos orgullo, representar a la escuela es un orgullo y también acompañar a los chicos”.
También anticipó que presentaron en el concurso de Plazas Inteligentes una plaza hecha 100% con materiales reciclables, donde se le darán uso a los ladrillos.
Procedimiento para la formación de los ecobloques de yerba mate
Los ecobloques llevan, en la misma cantidad, yerba mate usada y aserrín; se suma a ello una proporción de arena, agua y un poco de cemento. Alumnos de la escuela explicaron que la proporción de cemento y agua varía de acuerdo a la humedad que posea la mezcla, y, si bien resulta necesario utilizarlo, la idea es reutilizar y aprovechar al máximo la yerba.
Se comienza mezclando aserrín y yerba, y una vez hecho esto, se agrega arena y cemento. Allí, se procede a mezclar y agregar agua, que, “en base a la consistencia y humedad de la yerba, vamos estudiando la cantidad de agua y cemento”, detallaron los jóvenes.
A continuación, la mezcla se pasa a un molde específico previamente humedecido para mejor adhesión del material y posterior desmolde. Al poner la mezcla en el molde para los ecobloques, se debe compactar con algún utensilio de hierro o madera para darle forma y consistencia al ladrillo.
Ésta etapa es rápida, ya que “así como se termina de compactar la mezcla, se da vuelta el molde, y el ladrillo queda hecho”, explicaron. Una vez desmoldado en su lugar, se lo deja secar por 3 o 4 días.
En esta instancia se suman determinados cuidados para que los ecobloques de yerba mate no se agrieten ni rompan. Por día, comentó un estudiante, se le debe tirar algo de agua, a fin de evitar que el cemento se seque. Debido a que, si esto ocurre, o bien, se agrieta, “el bloque pierde su resistencia y se rompe”.
Todo el trabajo de armado implica, claramente, prueba y error. Aunque, una vez logrados los ladrillos, la satisfacción es palpable en los alumnos, quienes aprenden y estudian el comportamiento de este material para mejorarlo y así representar de la mejor manera a su colegio.
En este sentido, uno de los jóvenes expresó que “es emocionante ver que no se desarman los ladrillos. Estamos muy nerviosos y concentrados de que ésto salga y que podamos participar del concurso, y de poder representar al colegio, que es algo muy lindo”, valoró.
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— misionesonline.net (@misionesonline) September 13, 2022