26/11/2024
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Ser padre en la guerra, el casco que salvó su vida y el regreso a Malvinas: reviví la historia del ex combatiente Carlos Meza

ex combatiente Carlos Meza

En el capitulo número 26 de este ciclo de entrevistas homenaje por los 40 años de la Guerra de Malvinas, compartimos la entrevista que realizamos junto al excombatiente Carlos Meza, quien si bien es formoseño de nacimiento, adoptó a la tierra colorada como hogar.

Previo a Malvinas, Carlos estaba cumpliendo funciones en el Liceo militar Gral. Belgrano, en la provincia de Santa Fe. «Mi vida transcurría tranquila junto a mi familia, yo estaba en el liceo, cumpliendo tareas administrativas. Yo era de infantería y sobresalía sobre algunos porque no había muchos combatientes y que portaran armas ahí», comenzó diciendo.

ex combatiente Carlos Meza

El 7 de abril de 1982, llegó un telegrama donde figuraba una lista de nombres entre los que estaba escrito su nombre. Todos los mencionados debían presentarse a la escuela de armas.

Carlos estaba esperando la llegada de su tercer hijo cuando fue convocado para formar parte del operativo que luego desembocaría en la guerra por Malvinas. «Le tuve que decir a mi señora que me iba cuando faltaba 14 días para tener a nuestro tercer hijo», relató.

Repasando su experiencia en el liceo y otras áreas, resaltó: «Parecía que para esto me estaba preparando, estaba destinado a esto. Yo ya había estado en el regimiento Monte Caseros que en el 78 fue a parar al Canal Beagle», agregó el veterano. 

Una vez dispuesto los grupos a Carlos le tocó formar parte del reconocido Regimiento N12 del Ejército Argentino.

«Me tocó el regimiento número 12, que lo conocía ya anteriormente. De entrada me sentí muy agrandado porque me iba a un regimiento con un historial terrible, que tiene muchos años, historia, medallas y combates», destacó. 

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Debido a su rango, Carlos tenía la experiencia suficiente para manejar un grupo y así fue. «Me pusieron de jefe de un arma nuevo que había, un lanza cohetes. Mi grado me permitía ser jefe de una sección, me fui con un grupo de tiradores, de 9 hombres», añadió. 

Por otro lado contó: «Tuvimos dificultad para comer porque no había donde comer. Comíamos por ahí, y cuando nos servían quedaba la mitad por que lo otro se lo llevaba el viento, ja». 

También recordó cuando el casco de un soldado camarada, le salvo la vida: «Venía caminando en dirección del cañón y delante mío pasa un soldado que tenia una característica, nunca se quería poner el casco, siempre se lo retaba. Ese día ese soldado se cruza delante mío con el casco puesto y cuando lo hace se cae al suelo y se levantó. Yo miré el casco y tenía un agujero de bala, creo que fue la bala más cerca que me ocurrió y ese casco, ese soldado me salvó», contó Carlos. 

Asimismo, describió el poderío inglés y expresó “era increíble la cantidad de munición que tiraron los ingleses”. Luego de tanto días de combate, el ejercito se rinde, y Carlos recordó lo que le dijo su jefe a cargo: «No podemos seguir más, no podemos resistir más y no vamos a tener apoyo», expresó.

Carlos, fue uno de los pocos veteranos que pudo volver a Malvinas luego de la guerra. Así lo contó:

“Caminamos todo, es muy emocionante, fuimos con camaradas y fue muy lindo. Pude visitar el cementerio de Darwin donde están todos los argentinos, fui a rendir a mis camaradas del Regimiento 12, y al Teniente Estévez. Después pudimos recorrer el lugar donde fuimos prisioneros, hay muchos cambios pero el lugar sigue. Me encontré con mi querida arma, con mi lanzacohetes, me pude sacar unas fotos. Todavía sigo pensando porque quedó esa arma y otras no. Fue bueno el viaje a pesar de algunas dificultades como con gente de allá que nos vió en el aeropuerto y se puso una camiseta con la bandera de Malvinas. Hay carteles, que dice ‘argentinos váyanse no los queremos acá’ pero en fin pudimos caminar tranquilamente, pudimos salir hacer compras y comer. Fue un viaje bastante reconfortante y espiritualmente me hizo muy bien», cerró. 

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