Informe especial | Libros, revistas y documentos centenarios, forman parte de los tesoros que resguarda la Biblioteca Popular Posadas

Con 108 años de vida, la Biblioteca Popular Posadas es el sitio donde se custodia y resguarda parte del patrimonio cultural de Misiones y la región.

Norma Wionczak, profesora de historia y una de las bibliotecarias de la centenaria institución, contó cómo fueron los inicios, las actividades y los desafíos que se presentan en la actualidad. El aporte valioso de los procesos de digitalización y la imperiosa necesidad de que se mantenga y se apruebe en el Senado la ley para garantizar los fondos para la cultura.

La Biblioteca Popular Posadas (BPP) se creó el 1 de diciembre de 1913, luego de 43 años de la promulgación de la Ley Sarmiento y de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP).

En ese entonces Posadas estaba en sus primeros años de formación como ciudad.

“Se estaban formando las instituciones tanto sociales como culturales, y en ese clima, y gracias a un grupo de vecinos se creó esta biblioteca. Esos vecinos eran destacados personajes de la ciudad de Posadas. Docentes, intelectuales, escritores e ilustres que apoyaron la creación de un espacio para dar apoyo a los estudiantes, promover la lectura y la cultura letrada”, dijo la bibliotecaria.

Esa primera comisión de la biblioteca contó con la participación de Macedonio Fernández, destacado escritor argentino, que también fue fiscal de del territorio nacional, ya que por ese entonces aún no se conformaba la provincia de Misiones.

“Lideró esa primera comisión acompañado por un grupo de intelectuales de la época. Entre ellos estaba Mariano Díaz, León Naboulet, Soriano Romero, Ezequiel Leiva, entre otros. Era un grupo de intelectuales que se reunían en la redacción del diario La Tarde y luego, para conformar esta biblioteca, se daban cita en los salones de la Escuela Normal Mixta”, detalló la profesora de Historia.

En el transcurso de los años la biblioteca recibía libros de los vecinos, donaciones y aportes, además de la cuota societaria y el subsidio de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP).

A su criterio la BPP fue “madre de numerosas instituciones” ya que en su espacio supo contener a quienes luego fundaron, por ejemplo, el Club Social, el Club de Ajedrez, La Asociación Posadeña de Fútbol e incluso la Junta de Estudios Históricos.

El espacio abierto y gratuito era solicitado para reuniones de comisiones directivas, de grupos sociales y culturales que se organizaban según sus diversos objetivos.

Los tesoros de la Biblioteca Popular Posadas

Con casi 109 años de vida en el sitio se conservan y atesoran publicaciones, documentos e incluso valiosa información sobre historia, actividades sociales y todo lo que pasaba en el mundo, pero en especial, en la región y en la provincia.

Así en la BPP está la colección local regional, compilado que es el orgullo de la institución. En ese grupo de publicaciones se encuentra por ejemplo “Inventarios de los bienes hallados a la expulsión de los jesuitas y ocupación de sus temporalidades por Decreto de Carlos III – 1767- de Francisco Javier Bravo. El libro fue editado en 1872 en Madrid. En él se detalla cada uno de los bienes que había en los 30 pueblos jesuítico guaraníes. “Hablamos de la Reducción de Itapúa, San Ignacio Miní, San Ignacio Guazú, Santa Ana, Candelaria, Corpus, etc. Desde las vestimentas de los padres jesuitas, de los guaraníes, de los caciques, las bolsas de harina, de maíz y las copas que se usan en las misas de la religión católica. Todo está súper detallado, las estancias y que había en cada pueblo”, destacó la profesora.

Los libros que también forman parte de esa colección son las obras de Horacio Quiroga publicadas en los años 1917, 1920, 1924 y 1926 entre tantos otros.

Además del libro Alto Paraná de Germán Dras, y cuentos que relatan anécdotas sobre cómo era vivir en Misiones en los primeros años del siglo 20.

También la publicación sobre la organización social de las doctrinas guaraníes del padre Pablo Hernández, de una edición un poco más nueva, pero también que detalla la vida de los pueblos jesuitas, publicado en 1913, el mismo año de la fundación de la BPP.

Y entre los destacados tesoros, resalta una reedición de uno de los libros que se imprimió en la primera imprenta de los jesuitas en 1700 y que estaba en Loreto.

“La imprenta que estaba en Loreto era itinerante. La llevaban de allí a Santa María o a San Javier e imprimían los libros. Tenían temática religiosa, pero se trata de uno de los primeros libros impresos en las reducciones jesuíticas”.

Lo destacado es que por más que sea una reimpresión, no existen muchos ejemplares del mismo y esa es la razón de su alto valor patrimonial.

A la colección se suman los autores regionales que detallan y registran la realidad local, y el aporte de los mismos, entre los que Norma mencionó a Rosita Escalada Salvo, Raúl Novau, Olga Zamboni y tantos otros escritores regionales que realizaron obras sobre la provincia y la región.

También nombró Guillermo Kaul Grunwald, investigador, filósofo y literato entrerriano que vino a Misiones e investigó la temática regional. También escribió un libro “Historia de la literatura de Misiones”, muy detallado, y se dio cuenta de que había pocas publicaciones similares. Fue socio de la Biblioteca Popular Posadas. Incluso en ese entonces se puso a comprar libros en librerías de Buenos Aires, Uruguay, Brasil, Paraguay, como para hacer un repositorio. Luego conformó un catálogo muy bueno sobre historia de Misiones, geografía, de todas las ramas de la ciencia y esa colección de casi 2000 libros que es un patrimonio histórico regional muy importante, la compró la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones.

La BPP fue un lugar donde también se recibían a diario los periódicos y las revistas de la época. Así, en el lugar se pueden encontrar diarios que son de 1890 y hasta 1970. Entre ellos, ejemplares de El Territorio, La Tarde, La Mañana, Crítica, además de revistas como Cosas y hechos de Misiones, Iguazú, Azul y Blanca, Juglaría, entre otras.

Cuidados y preservación

Sobre cómo se cuida hoy el material que hay en la BPP, la bibliotecaria detalló el trabajo minucioso que se hace para componer, rearmar e incluso reencuadernar los libros que a su vez deben estar en condiciones especiales de temperatura y humedad, variables difíciles de manejar con el clima misionero.

Hoy el papel de impresión es de variada calidad, por lo que el uso que le dan los lectores es la principal razón del deterioro.

Pero la nueva herramienta es la digitalización de las publicaciones que a su vez se ordenan en un repositorio digital, o en CDs o en discos externos y el material – el original – se guarda – para evitar el deterioro. En algunos casos se puede acceder a su lectura y uso en la sala, pero no se pueden retirar.

NO al apagón cultural

Por estos días representantes del cine, el teatro, las Bibliotecas Populares y la música unen su voz por la aprobación en el Senado de la ley que garantiza el presupuesto para la producción de la cultura nacional.

Básicamente para estos sectores que ello no ocurra es catastrófico.

“Nosotros estamos bajo el ala de la CONABIP, que nos otorga un subsidio anual que este año fue de 500.000 mil pesos y es lo que nos ayuda a cubrir bastantes gastos. Pero no sólo eso, sino también a mantener proyectos especiales, para conservación, para conectividad, para la promoción de la lectura, para el programa de formación ciudadana, que es para fortalecer las actividades para la promoción de los derechos humanos,  la concientización de la diversidad de género y los derechos del consumidor”, entre otros agregó la bibliotecaria.

Básicamente si esos fondos no están desaparecerán servicios e incluso cerrarán bibliotecas, porque lamentablemente algunas de ellas sólo cuentan con ese subsidio.

Por eso la importancia y el llamado a los ciudadanos a que se acerquen a la Biblioteca, como ha sido siempre a través de los años, uno de los sitios donde la gente se reunía, donde se gestaba la cultura, el debate intelectual y hoy se realizan múltiples actividades como el cine, los conciertos, y obras de teatro. La mayor parte de las propuestas son gratuitas y las que no, requieren de un modesto aporte a beneficio de la institución.

“También los invitamos a nuestra sala de lectura. Pueden venir en forma gratuita, no tienen que pagar nada. Los que quieran asociarse y llevar los libros en la casa también lo pueden hacer abonando una modesta suma”, remató Norma Wionczak.

Trabajadores de la cultura solicitan que el Senado apruebe la ley de prórroga del subsidio que recibenhttps://t.co/eemQbZtKKF @cultura_mnes pic.twitter.com/yt2sl1txx5

— misionesonline.net (@misionesonline) October 19, 2022