Piden la captura de uno de los hijos del misionero Pity Arrúa por vínculos con el narcotráfico
Franco Agustín Arrúa es uno de los hijos del conocido capo narco Pedro Amadeo “Pity” Arrúa. El misionero había sido condenado en marzo del 2020 a 13 años de cárcel por montar una estructura que transportaba marihuana y cocaína desde Paraguay y Misiones para su distribución en localidades de Entre Ríos, y también a otros puntos del país.
Y hacía todo desde las cárceles de Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, donde estaban cumpliendo penas por narcotráfico.
El tribunal de Concepción del Uruguay, en su sentencia, había remarcado que la banda que dirigía Arrúa tuvo complicidad, sobre todo en la Unidad Penal N° 4. “No hay dudas de que Pedro Arrúa montó una estructura funcional para el transporte, distribución y comercialización de estupefacientes”, explicó el fiscal.
Una ‘cadena de distribución’ que lo ubicaba en el centro de la escena desde la Unidad Penal 4 y luego desde la 2 de Entre Ríos”, y recalcaron que la modalidad de delito “se convirtió en un modus operandi que se repite en diversas causas, lo que agrega un peligro extra a la actividad esencial del narcotráfico, en la medida que supone la existencia de cierto margen de corrupción interna en las unidades del Servicio Penitenciario y desidia en los controles”.
En aquel juicio, Franco Agustín Arrúa había sido condenado a la pena de cuatro años de prisión.
El “Pity” Arrúa es considerado un verdadero peso pesado del narcotráfico, tiene en su historial importantes causas pero su más famosa es la del 2009, cuando fue procesado en la causa de “la ruta de la efedrina”, siendo detenido por el juez de Zárate-Campana, Federico Faggionato Márquez, por integrar la organización que estaría liderada por Jesús Martínez Espinosa, relacionado con el triple crimen de General Rodríguez, pero finalmente, Arrúa quedó desvinculado de aquella causa.
Condena por traficar droga desde el penal
En 2020, el Tribunal Oral Criminal Federal de Concepción del Uruguay, integrado por Roberto López Arango, Mariela E. Rojas y Sebastián Gallino condenó a 11 personas oriundas de Misiones y Entre Ríos que formaban parte de una importante organización criminal que operaba desde la Unidad Penal N° 4 de La Histórica y la Unidad Penal N° 2 de Gualeguaychú para traer cocaína y marihuana desde Misiones.
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En el marco de tareas de campo concretadas por personal de la Policía de Entre Ríos, en actuaciones caratuladas: «Maidana, Nadia y Otros S/ LEY 23.737” que tramitaran ante la Secretaria de Derechos Humanos del Juzgado Federal de La Histórica, se determinó inicialmente con grado de sospecha objetiva, que Pedro Amadeo Arrúa alias Pity lideraba una empresa criminal que transportaba y comercializaba cocaína y marihuana, que operaba en primer lugar desde la Unidad Penal N° 4 de Concepción del Uruguay y luego desde la Unidad Penal N° 2 «Gualeguachú».
El capo narco se valía de sus familiares directos en la Provincia de Misiones entre los que se señala a Isela Giménez Cabral -ex pareja-, que colaboraba con él en la coordinación de las actividades ilícitas, comunicándose con proveedores y preparando las «mulas».
Franco Jesús Arrúa y Pedro Augusto Arrúa -hijos de Pedro Amadeo-, quienes comercializaban cocaína, se proveían del mismo en la República del Paraguay y también preparaban las «mulas» para que trasladaran la droga desde Misiones hacía Entre Ríos.
Hilda Rosana Galeano y Marta Raquel Domínguez- ambas señaladas como las personas que traían la droga desde Misiones hacia Concepción del Uruguay, en micros de larga distancia y en un vehículo particular y se encargaban de contactar a los compradores y distribuir el tóxico.
A su vez, profundizadas las tareas de vigilancia, constatación y observación, salió a la luz una compleja red de comercialización, que involucraba a otros sujetos oriundos de Entre Ríos que compraban el tóxico que Pedro Amadeo hacía traer desde Misiones para comercializarlo y distribuirlo.
Javier Alejandro Caire -detenido junto con Arrúa en la UP N° 4- y su mujer Nadia Soledad Maidana junto con Walter Fernández Cañete; y Graciela Ofelia Barreto, quien se proveía para luego entregárselo a su hija Keila Clotet, quien comercializaba el tóxico al menudeo.
De la investigación, se desprendía que la organización traía entre dos y tres kilos de cocaína por semana a Concepción del Uruguay, teniendo como modus operandi el traslado con las llamadas «mulas», que se instalaban en distintos hoteles de la ciudad, visitaban al líder de la organización en la Unidad Penal N°4 y luego por la tarde distribuían la cocaína a los distintos compradores locales.
“No fue un juicio, fue una puesta en escena de una obra de teatro macabra”, aseguraron luego de la absolución de un acusado de abusar a su hija en Posadashttps://t.co/8cN9iXguNO
— misionesonline.net (@misionesonline) October 27, 2022
misionero Pity Arrúa
Fuente: Elonce