Franco Ramos fue condenado a prisión perpetua por asesinar a Marina Da Silva: los demás, absueltos por el beneficio de la duda

“No hay peor Justicia, que la Justicia tardía”. Nueve años de impunidad, más de 120 declaraciones dispares recolectadas a lo largo de la investigación, una elevación a juicio sin pruebas contundentes, una condena a prisión perpetua y dos absoluciones por el beneficio de la duda. Esto dejó como resultado el cierre del expediente por el crimen de Marina Da Silva.

Con varias dudas y pocas certezas, Marina Da Silva (19) fue asesinada entre la noche del 21 y la madrugada del 22 de diciembre del 2013, en Campo Bauer, por quien en ese entonces era su pareja y padre de su pequeña niña, Franco Jesús Ramos (28).

A diferencia de Ramos, no se pudo ubicar con exactitud en tiempo y lugar del hecho a los otros dos acusados, Juan Ángel Portal alias “Juancho” (37) y Daniel Alejandro “Pili” Da Silva (34), ambos absueltos por el beneficio de la duda.

Franco Jesús Ramos había sido recientemente detenido en mayo de este año por tener en su poder el teléfono celular de la taxista Claudia Benítez, quien fue cruelmente asesinada y arrojada, al igual que Marina Da Silva, en un pozo de agua en Nemesio Parma.

En el debate por el crimen de su pareja, el Tribunal Penal Dos integrado por César Antonio Yaya, Gregorio Busse y Viviana Cukla, lo hallaron penalmente responsable del delito de homicidio agravado por haberse cometido contra una persona con quien se mantenía una relación de pareja, lo cual prevé una pena de prisión o reclusión perpetua, según lo expresa el inciso 1 del artículo 80 del Código Penal Argentino.

En las siete jornadas anteriores, desfilaron por la sala de audiencias más de 38 testigos, la gran mayoría de ellos vecinos de Campo Bauer que se contradijeron con lo declarado hace 9 años atrás. Algo lógico por el paso del tiempo.

“Llegó el momento de cerrar esta historia”

Con esa frase inició su alegato el representante del Ministerio Público Fiscal, Vladimir Glinka, con una alocución acompañada de una pantalla que reflejaba en todo momento el mapa del barrio y que se extendió por más de 90 minutos.

En primer lugar, mostró una imagen del pozo de agua donde fue hallada la víctima, se cree, diez días después de ser asesinada, en diciembre de 2013 y en vísperas de año nuevo. “Lo más cerca que podemos estar de Marina es ver la cruz al lado del pozo donde fue hallada sin vida”.

Fue claro y afirmó que se interrogaron a más de 38 testigos, recibiendo historias distintas y reformuladas, a veces influenciadas por el paso del tiempo y otras tantas, con alguna intencionalidad.

“El principal enemigo fue el sistema escrito, interrogamos a 38 pero declararon 50. Tenemos más de 120 declaraciones distintas porque a algunos los interrogamos dos veces. La oralidad nos permite generar el mapa completo, sin un juicio oral este caso no podría haberse resuelto”

Explicó que los tres acusados, que deberían haber sido cuatro pero uno de ellos falleció, están imputados por un homicidio, pero con la particularidad de que todos vienen por el mismo asesinato. “Es imposible llegar acá y decir que alguno de ellos no tuvo nada que ver, todos tuvieron algún rol, todos son parte de esta historia, el problema que se presenta es que parte de la historia escribió cada uno y que sea penalmente relevante, pero los tres tienen algo que ver”.

Explicó que los sospechosos llegaron a juicio imputados por “concurso premeditado de dos o más personas”, según lo expresa el inciso 6 del artículo 80 del Código Penal.  Este tipo penal, requiere de un autor y dos asistentes.

Hizo hincapié en 14 segundos de la declaración de Franco Jesús Ramos en el debate, en donde afirmaba que al momento en que Marina se encontraba desaparecida, un tío le recomendó hacer una exposición policial ya que, si algo le pasaba a la joven, el sería al primero a quien irían a buscar.

“Ramos fue a pasar navidad a Apóstoles y un tío le dice que haga una exposición porque si pasaba algo le iban a buscar a él. Si le pasaba algo a Marina tenía que parecer que lo había hecho otra persona”.

El fiscal relató que la historia comenzó el 20 de diciembre de 2013, cuando, según él, Marina cometió el gravísimo error que fue confirmarle a su pareja lo que él ya sabía, pero que necesitaba ver. Esto es que mantenía una relación paralela con Juan Ángel Portal.

“Ella se quiso ir de lo de Ramos, decidió irse, como solía hacerlo. Le mandó un mensaje de texto a Biñaski para que la busque. Marina le pidió que la deje en inmediaciones del colegio y después que la lleve a Kiara (hija de Ramos y Da Silva) hasta la casa de su madre”.

¿Dónde fue Marina?, según el fiscal, se fue a encontrar con “Juancho” Portal, quien anteriormente aseguró que se veía con su amante en “cualquier parte”. Fueron a la olería y Franco lo confirmó. Igualmente aquella noche, durmió con su pareja.

“El sábado 21 Marina se levantó con Franco, pero sin saber que no iba a poder ver el atardecer”. La pareja se iría a pasar el día en casa de la madre de Marina, en barrio Cruz del Sur, pero eso no concluyó.

Glinka explicó su conjetura en cuanto al recorrido real de Ramos con Marina entre 15 y 16 horas de ese fatídico 21 de diciembre. “Fue a dejarla a Kiara en la casa de su suegra, volvió a tomar el camino por el que llegó. Ramos lo tenía planeado, tenía que parecer que fue otra persona. Ella recibió dos golpes a traición en la cabeza, en inmediaciones al pozo”.

Continuó “¿Cómo hacer parecer que fue otra persona?, que conveniente sería que Marina aparezca muerta luego del cumpleaños que celebraría esa noche Portal. Que conveniente sería que ella aparezca atada como un animal. Fue hasta la casa a buscar el cable que usaban para conectar el equipo de música. También colocó una piedra dentro de un bolso y lo ató en la cintura de Marina”.

Portal y Da Silva

No dudo en asegurar que los otros dos imputados, sabían algo. “Portal nos mintió en toda la declaración indagatoria. ¿Porque mintió tanto si él no tenía nada que ver?, él hablaba con Marina o la encontraba por el camino, todos sabemos de su relación”.

De allí, buscó colocar en tiempo y espacio a los dos hombres. Portal pidió prestada una motocicleta para buscarla a Marina por el barrio y en el camino, pudo haber presenciado el asesinato, el antes o el después.

“No puedo asegurar que la haya visto entrar al trillo con Ramos. Portal perdió su gorra en inmediaciones al pozo, él sabía pero no decía nada porque era el amante, iba a estar complicado. Por eso el no festejó su cumpleaños, inventó que quería pasarlo con su mujer pero él quería estar con Marina. Se fue porque vio algo, por eso llegó llorando a su casa”.

“Portal no podía decir que él sabía dónde estaba Marina. No puedo acreditar que el haya visto el cuerpo, pero esa es la única manera que tengo para pensar que hace Da Silva acá”. “¿Qué tiene que ver Da Silva en todo esto?”, se preguntó el fiscal, a lo que él mismo se respondió “era su amigo, el que siempre estaba ahí”.

Indicios y conjeturas

En segundo lugar, fue el turno de la defensa de Franco Jesús Ramos, encabezada por Miguel Cassettai y Cristián Leites, quienes pidieron que el Tribunal sea objetivo con las pruebas que hay en el expediente, dejando de lado las descripciones subjetivas que se tenga sobre su pupilo.

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“La imputación del fiscal está basada en indicios y conjeturas, no hay pruebas que lo pongan al señor Ramos en el lugar de los hechos. Está causa está construida a base de indicios, hay muchas irregularidades y dudas. Hacemos algo conocido de algo desconocido”.

Mencionaron que en el caso de que haya dudas de lo que sucedió, se beneficiaría a Franco Ramos. “Machado no sabía ni cuando lo había visto a Franco con Marina en la moto entrando al trillo. Ese mínimo de duda hace que el Tribunal absuelva a nuestro imputado”.

Plantearon que la duda que se tiene es quien fue el autor principal del crimen. “Todos queremos hacer justicia por una persona. El juez de instrucción elevó la causa a juicio diciendo los elementos colectados en autos se ha acreditado fehaciente que la noche del 21 y la madrugada del 22, Franco y los demás imputados se encontraban celebrando el cumpleaños de Juancho”.

Mencionaron “Todas las personas que pasaron a declarar dijeron que lo vieron a Franco con su concubina y su hija Kiara. Después dijeron que lo vieron a Franco sólo. Luego irse de nuevo. Dicen que todo se dio entre las 13 y las 13:30 horas. El fiscal dijo que todos cumplieron un rol, pero no entiendo porque pidió la absolución para Portal y Da Silva”.

Aseguraron que no existen pruebas exactas a la fecha, no se haya acreditado en el expediente ni existen indicios acerca de que Franco Ramos haya planeado asesinar a su pareja. “Esto que se sabe no es suficiente para condenar a Franco Ramos, por lo cual está defensa solicita la absolución”, cerraron.

La abogada de Portal, Claudia Leiva, mencionó que se hizo difícil llevar adelante la defensa durante los últimos 9 años porque a su defendido no lo pudieron ubicar en momento y lugar del hecho, adhiriéndose a lo aportado por el Fiscal y solicitando la absolución de su pupilo.

Por último, Emilio De Melo, defensor de Da Silva, apuntó a que la fiesta donde se pensó que asesinaron a la víctima, jamás existió. “Durante la instrucción debo reconocer que se confundió la fiesta con el after office obrero. Quedó claro lo que dijo el Fiscal, a Marina la mataron en horas de la siesta, antes de que se junten a tomar en la olería”.

Marina Da Silva