Aseguran que los vehículos no están diseñados “para tener doble tanque de combustible, y ello representa un gran peligro”

Daniel Heck es mecánico y contó a Misiones sobre los mantenimientos que deben recibir los vehículos para evitar los siniestros, y destacó que, “los automóviles no están diseñados para tener doble tanque, y que ello representa un gran peligro”.

Entre los controles que debe recibir el vehículo, el especialista indicó que “lo primordial es controlar el sistema de combustible”. Y que los incendios se pueden producir “porque algún caño esta flojo o porque se cambió algún filtro y quedó en mala posición, entonces tiene un roce y después con las temperaturas que tenemos o cualquier chispa puede hacer que ocurra el incendio”.

La recomendación es llevar el vehículo a un taller mecánico “y controlar el estado de las cañerías. Hay que controlar eso y que cada conducto esté en su lugar”, y agregó que, “los autos más viejos hay que aplicarle más cuidado”.

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Con respecto a las reiteradas denuncias de vehículos con doble tanque de combustible, Heck afirmó que “el auto no está diseñado para tener doble tanque”, porque para su instalación se debe “cortar el piso o hacer ciertas tipo de cosas, para poder poner otro tipo de tanque y eso conlleva otro peligro, porque esto va relacionado a la capacidad de la suspensión”.

Y agregó que, “Si vos tenés para cargar cincuenta litros de combustible, tu amortiguador está preparado para eso. Si se pone 100 litros de combustible, la suspensión va a caer. Entonces va, está más cerca del piso. Y allí, puede haber un roce y que los tanques se rompan o que la manguera se rompa, y eso es lo que produce los incendios”.

El especialista también brindó recomendaciones para cuando ocurra un incendio de un vehículo, “lo primero es buscar un matafuego, no tirar agua, porque el matafuego tiene el polvo para sostener el combustible, porque si se tira agua y el combustible va para arriba, y el fuego se va a desparramar más lejos todavía”.

La recomendación del profesional es hacer una visita al taller mecánico, dependiendo del modelo del vehículo, cada 6 meses o cada año.