Capioví cuenta con el único establecimiento certificado en Misiones para la producción sostenible de hongos comestibles y medicinales que se encuentra en auge
Hace aproximadamente cuatro años, Flach se interesó en el cultivo de hongos comestibles en Misiones debido al clima favorable de la provincia. «La combinación de temperaturas y humedad creaba un entorno perfecto para el crecimiento de hongos durante todo el año» dijo. Por este motivo, comenzó su investigación explorando qué tipos de hongos podrían prosperar en la región y qué recursos tenía a su disposición.
Uno de los recursos clave que identificó fue la abundancia de madera de eucalipto en la zona, lo que resultó ser ideal para el cultivo de hongos del género Pleurotus , también conocidos como «porotos». Estos hongos son la segunda variedad más cultivada en todo el mundo. Flach experimentó con diversas especies y cepas de hongos para determinar cuáles se adaptaban mejor al clima de Misiones, optimizando así la producción.
Uno de los aspectos destacados de su trabajo es la posibilidad de cultivar hongos de manera ecológica y sostenible. A diferencia de los champiñones tradicionales, que a menudo requieren el uso de sustrato compactado y compost con pesticidas para protegerlos de insectos y plagas, el cultivo de Flach no necesita productos químicos en ninguna etapa del proceso. Esto lo convierte en un producto orgánico y agro sostenible.
Además, Flach se refirió a la posibilidad de utilizar hongos en la agricultura. Por ejemplo, menciona el uso de Trichoderma , un hongo simbionte que beneficia a las plantas, y Beauveria bassiana , un hongo patógeno que ataca a los insectos. «Estos hallazgos podrían ofrecer alternativas ecológicas al uso de pesticidas en la agricultura».
En cuanto a los mitos y creencias sobre el cultivo de hongos, Flach enfatiza la importancia de buscar información basada en la investigación y la experiencia de expertos. Destaca la diversidad de climas en Argentina y la necesidad de adaptar los métodos de cultivo a las condiciones específicas de cada región.
Hongos Comestibles, el cambio climático y la medicina
La ingeniera química Gabriela Flach no solo está transformando la producción de hongos comestibles en la provincia de Misiones, sino que también desmitifica creencias arraigadas en torno a los hongos y resalta sus beneficios nutricionales y sostenibilidad.
Flach enfatiza la diversidad biológica única de Misiones, que alberga una amplia variedad de hongos que no se encuentran en otras partes del país. Esto ha llevado a la falta de conocimiento y, en algunos casos, al temor de consumir hongos silvestres. La investigadora destaca la importancia de buscar información precisa y desafiar mitos, ya que la gran mayoría de los hongos en Misiones son comestibles, y solo unos pocos son tóxicos en niveles no mortales.
Además de su contribución a la seguridad alimentaria, Flach señala otros beneficios de su producción de hongos. El cultivo de hongos se puede realizar en espacios reducidos, lo que lo convierte en una opción ideal para áreas urbanas y hogares. Además, al igual que las personas, los hongos captan vitamina D cuando se exponen a la luz solar, por lo que consumir hongos puede contribuir a la ingesta de esta vitamina esencial. También son una fuente rica en selenio y proporcionan proteínas, minerales y fibra, lo que los convierte en una alternativa saludable a la carne.
Flach ha estado a la vanguardia de la creciente tendencia en la producción de hongos en Misiones. Inicialmente, enfrentó dificultades para obtener los insumos necesarios para su investigación, pero hoy en día, produce su propio material de siembra.
Para lograr una producción constante, Flach ha superado obstáculos relacionados con la regulación de la temperatura y la humedad en su sala de cultivo. Mencionó que Misiones experimenta condiciones extremadamente calurosas en verano, lo que puede ser un desafío para algunas especies de hongos. Además, ha desarrollado estrategias para mitigar plagas y mantener un entorno óptimo para el crecimiento de los hongos.
Flach, explióa que la variabilidad climática, como temperaturas inusualmente altas en invierno y sequías extremas en verano, ha afectado a la temporada de recolección de hongos silvestres, que depende de condiciones climáticas específicas para prosperar.
El año pasado, las condiciones climáticas adversas dificultaron la búsqueda de hongos de pino, un componente importante de la gastronomía local. Flach destaca la importancia de tomar medidas para mitigar el impacto del cambio climático en la producción de hongos y promover prácticas sostenibles.
No obstante, contó qie en su sala de cultivo, Flach tiene la capacidad de controlar parámetros críticos, lo que le permite mantener la producción constante. Sin embargo, reconoce que el impacto del cambio climático en la recolección de hongos silvestres ha sido desastroso. A medida que las temperaturas y las precipitaciones se vuelven más impredecibles, la tradición de recolección de hongos en Misiones se ve amenazada.
Además de su trabajo con hongos comestibles, Flach explora el mundo de los hongos medicinales. Como parte de la micoterapia, está investigando la extracción de compuestos medicinales de hongos con propiedades terapéuticas. «Los hongos medicinales han demostrado tener un potencial asombroso en la promoción de la salud y el bienestar,» dijo por lo que espera difundir más información sobre estas propiedades beneficiosas.
Hongos comestibles más populares y emergentes
Gabriela Flach, quien se especializa en el cultivo del género Pleurotus , conocidos como «porotos» o ciruelas, destaca la versatilidad y la excelencia de las ciruelas grises. Estas variedades se destacan por su tamaño, textura carnosa y sabor delicioso, convirtiéndolas en las favoritas entre los consumidores.
La ingeniera contó que su producción de hongos son distribuidos principalmente en dietéticas, restaurantes y hoteles en Puerto Iguazú.
Cómo se producen los hongos sostenibles en Misiones
Flach describe su proceso de producción de hongos como un ciclo completo y sostenible. Comienza con la selección y aislamiento de ejemplares de hongos silvestres, que luego se cultivan en su laboratorio en condiciones controladas. El material de siembra se produce en varias etapas, desde pequeñas placas de cultivo hasta bolsas más grandes de sustrato. El sustrato en sí consiste en aserrín o viruta de eucalipto, abundante en la región.
Una vez que el sustrato esté listo, Flach lo inocula con los hongos seleccionados y coloque las bolsas en baldes con orificios estratégicos para permitir que los hongos crezcan. La producción es notable rápida, con cosechas comenzando a los cinco días después de la incubación. La producción de hongos se realiza en varias oleadas, lo que hace que el ciclo sea más corto en comparación con el cultivo de plantas tradicionales.
Una vez que se ha cosechado todo lo posible, el sustrato agotado se convierte en compost, cerrando el ciclo biológico y contribuyendo a una economía circular.
En cuanto a las variedades que cultiva, Flach se centra principalmente en hongos que están dentro del Código Alimentario Argentino. Sin embargo, también trabaja en la domesticación de otras variedades locales que no están incluidas en la regulación actual. La investigación y el desarrollo de estas variedades tienen un gran potencial para diversificar la oferta de hongos comestibles en la región.
La ingeniera Flach cuenta con el único establecimiento en la provincia de Misiones con una sala de producción de alimentos basada en hongos habilitada para su comercialización. Esto resalta su papel como pionera en la promoción de esta fuente de alimento y el desarrollo de una economía circular en la provincia.
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— misionesonline.net (@misionesonline) June 21, 2023