“Mis hijos necesitan de su madre, ella era excelente”, afirmó la expareja de la mujer acusada de apuñalar y abandonar a su bebé en Posadas
No caben dudas que la audiencia de este jueves fue la más emotiva de las cuatro que se celebraron en la sala del debate del Tribunal Penal Dos de esta capital, por lo que significa para los familiares de Cervantes Martínez el recordar las horas desesperantes que vivieron cuando la mujer estaba desaparecida, y teniendo en cuenta además que se encuentra privada de su libertad desde el lunes 7 se septiembre del 2020.
Todos los testigos que hoy declararon ante el Tribunal Penal, presidido por César Yaya e integrado por Carlos Giménez y Gregorio Busse, coincidieron en lo mismo: “Rita es una excelente madre” y “sus hijos la necesitan”.
La primera en aportar su testimonio fue Aldana Martínez, que fue quien tuvo el primer contacto con Rita Cervantes luego de que estuviese desaparecida por más de 48 horas. Recordó que se cruzó con la imputada en la escalera del edificio donde ambas alquilaban y que le pidió su teléfono para realizar una llamada a su marido Sacha, pero mencionó que no escuchó la conversación.
“Rita era muy flaquita, tres semanas antes del hecho estaba tomando mate con sus vecinas y vi que tenía una remera grande, me pareció que estaba embarazada, le pregunté a mi pareja si sabía algo sobre eso, pero ahí quedó”.
El segundo en declarar fue, si se quiere, de los testimonios más esperados en el debate, el del padre de sus hijos, Sacha Panchuk Steiman, quien lo primero que lanzó al Tribunal fue “Quiero que esto se resuelva de la mejor manera, tanto para Rita como para mis hijos, ellos necesitan de su madre y de la familia”.
Contó que se separaron con la encartada después del hecho pero que continuaron el contacto, no tan frecuente, debido a que tienen dos hijos en común.
Realizó, a pedido del fiscal Vladimir Glinka, una pequeña reconstrucción de los hechos a partir de que Cervantes Martínez se fue de su casa a un supuesto control médico el 5 de septiembre del 2020, plena pandemia del COVID-19. “Ella tenía turno con el médico, yo sabía que se iba a ir, más o menos a las 8 y media de la mañana. Va a la habitación, se despide de mí, de nuestro hijo y se va”.
Recordó que a media mañana, alrededor de las 10, comenzó a preocuparse porque su concubina no había regresado y temía que haya quedado en observación en el Hospital, “ella me dijo que si el fibroma que tenía se inflamaba, podía quedar internada”.
Al no tener teléfono celular, fue a casa de su vecino y le pidió prestado un aparato para llamar a la madre de Rita y fue esta última quien en primer lugar se comunicó con el Favaloro y le dijeron que su hija no estaba internada allí.
“Mi suegra va al Favaloro a preguntar, pero no estaba ahí. A través de Facebook ella me mandó una foto de que estaba bien, no tenía teléfono, pero accedí a través de la Playstation. A la tardecita, la preocupación iba creciendo, vamos al Hospital Madariaga porque alguien la había visto ahí. Le muestro la foto que ella me mandó al guardia del Hospital pero me dicen que ella no estaba, pero que si reconocían la cama”.
Pasada la medianoche, radicó una denuncia por desaparición de personas en la sede de Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones. Al otro día, un oficial se acercó a su domicilio y lo interrogó sobre la relación con su pareja.
“El lunes 7, tenía que hacer una capacitación en el trabajo, porque estábamos en pandemia y teníamos que volver. Lo llevo a mi hijo a la casa de Alicia (abuela) y me voy a la capacitación. Después del mediodía vuelvo a la policía a buscar la copia de la denuncia”.
Aproximadamente a las 15 horas de ese lunes, Rita se comunicó con él. “Estaba llorando y me dice que estaba en casa. Nos vamos con Alicia, Luciana y una amiga de ella. Llegamos y ella gritaba `me sacaron mi bebé, me sacaron mi bebé´. Ella decía que le cuidemos a su hijo porque ella se tenía que ir y manifestaba en voz alta que se había hecho un aborto”.
Contó que se acercó al Juzgado de Familia a solicitar que la Justicia les permitiera a sus hijos poder ver a su madre. “Ella era una excelente mamá. Espero que Rita vuelva con su familia, ellos necesitan de ella”, cerró Panchuk.
“Necesito a Rita conmigo”
Así lo manifestó la madre de la acusada, Norma Alicia Martínez, ante el Tribunal Penal, a su turno de declarar. “Cerca del mediodía, 12 o 12.30, estaba en casa de una amiga porque era su cumpleaños, recibí el mensaje de Sacha y me dijo si sabía dónde estaba Rita porque se había ido hace algunas horas al Hospital, el estaba preocupado. Estos amigos me llevan al Favaloro, pero ella no estaba. Voy hasta la casa de Sacha y le digo que él se vaya a ver al Madariaga y le prestó mi teléfono”, comenzó relatando.
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Hizo hincapié al día en que apareció su hija, luego de la desesperante búsqueda en las horas anteriores. Al llegar a su casa, se encontraron con Rita en un mar de lágrimas. “Nos repetía `ustedes me dejaron sola´, pero le contesté que nosotros la buscamos por todos lados, y me dijo `mira lo que me pasó, mira lo que me hicieron´, se bajó el pantalón y tenía unos puntos que le dolía y decía que le sacaron a su bebé, pero yo no sabía de qué estaba hablando”.
A Rita Cervantes la detuvieron el lunes cerca de las 21:30 horas y en el traslado a la comisaría, la Policía le comentó a su madre que en los medios había salido que una mujer abandonó a su bebé en la Costanera Oeste y que existía la posibilidad de que su hija sea esa persona.
“A Rita la maltrataron en la comisaría, una guardia le dijo que acá nadie le quería por lo que hizo. Entre las internas le pegaban, le estiraban el pelo, le tiraban baldes de agua fría”, recordó casi rompiendo en llanto.
Afirmó que no estaban al tanto de que Rita había sido abusado por su padre durante su infancia y que recién se enteraron cuando el concubino de la acusada les contó tras el allanamiento a su vivienda. “Sabía que había abusado de Lorena (hija mayor), pero me enteré cuando ella tenía 21 años, hoy tiene 40”.
Sobre su hija como madre aseguró que, “Ella es la mejor mamá del mundo, muy dedicada a su niño. Hasta el día de hoy, él la busca siempre a ella. Si hubiésemos sabido que ella estaba embarazada íbamos a estar todos esperándola, todo preparado. La hija de ella es hermosa, está a cargo de Sacha pero pasa mucho tiempo conmigo porque él trabaja. Necesito a Rita conmigo, por los niños, yo ya no me siento capacitada para cuidarlos. La niña empieza el jardín el año que viene y el niño arranca primer grado. Si a Sacha se les enferma o algo, él nos los trae a nosotros, yo la necesito a ella”.
Luego, Luciana Martínez, hermana de la acusada, volvió a hacer un repaso por las horas en las cuales Rita estuvo desaparecida. “Sacha se comunica y nos dice que Rita se sentía mal y que se había ido al Hospital. Pasaron las horas y él que estaba preocupado porque ella no volvía, nos empezamos a alarmar y nos fuimos al Favaloro, pero no estaba ahí. En el Madariaga lo mismo, por eso a la noche Sacha hizo la denuncia por desaparición”.
Rita apareció el lunes después del mediodía, con la ropa húmeda y sucia. “Lo primero que nos dice era que le habían sacado a su bebé, se quería arrancar su pantalón. Nos decía que le habíamos dejado sola, pero nosotras la buscamos por todos lados. Cuando nos queríamos acercar con Sacha ella nos empujaba”.
Ante la consulta de la defensa sobre la relación de Cervantes Martínez con el padre de sus hijos la testigo contestó que, “La relación de Rita con Sacha era muy buena, eran un equipo, pero la que llevaba la camiseta era Rita, se encargaba de todo, pero Sacha trabajaba. La idea de tener otros hijos siempre estuvo, pero no se habló en ese momento, siempre le jodiamos de cuando venía la nena”.
Recordó que su hermana fue víctima de bullying durante la niñez, porque le costaba vincularse y era tímida y sumisa. Sobre los abusos, coincidió con su madre, “Yo me entero de los abusos el día del allanamiento en su departamento, estábamos ordenando con Sacha y mi mamá y ahí él nos cuenta a nosotros. Me sorprendió un poco, porque el papá de Rita era muy particular, era hostil con nosotros, le teníamos miedo”.
Puntualizó que lo más duro comenzó cuando a Rita la detuvieron los efectivos policiales de la comisaría Séptima. “Ahí nos enteramos de la existencia de su hija. La policía nos dijo que le iban a detener porque apareció un bebé lastimado y que ella era la mamá. Se me cayó el mundo, porque nosotros no sabíamos que ella estaba embarazada”.
Por último cerró con la relación de Rita y sus hijos. “Nunca vi un vinculo como el que tiene Rita con su hijo, ella dejo de trabajar para dedicarle más tiempo a él. Ella no se conoce personalmente con su hija, pero está muy atenta, se acuerda de los controles que tiene la hija, nos recuerda todo el tiempo. La nena lo primero que hace cuando se levanta es buscar el celular para poder hablar con la mamá, a veces ni siquiera tiene un celular, hace que habla con ella con un ladrillito. Anoche le estaba peinando y le dije `quédate quieta mi hija´ y ella me dijo `vos no sos mi mamá, mi mamá es Rita´”.