“Si alguien sabe de su paradero, se lo pagó muy bien para que se calle la boca”: a dos años del doble femicidio en San Antonio, el asesino en las sombras

Sergio Kozac escapó, de eso no caben dudas, pero su estadía en las sombras duró más de lo que se esperaba. A dos años del brutal ataque a tiros que le costó la vida a madre e hija en San Antonio, los investigadores aún no pudieron dar con el paradero del homicida.

El pasado 21 de febrero, la comunidad de San Antonio conmemoró dos años de la tragedia que conmocionó a sus habitantes: el doble femicidio de Débora Elizalde y su madre, Gabriela Agüero, a manos de Sergio Kozac. Sin embargo, el asesino continúa en paradero desconocido, sumiéndose en las sombras y desafiando la justicia.

Sergio Kozac, tras perpetrar el brutal ataque a tiros que arrebató la vida de madre e hija, logró evadir a las autoridades, prolongando su estancia en la clandestinidad más allá de lo anticipado. A pesar de dos años de intensa investigación, los esfuerzos de los investigadores no han logrado dar con el paradero del homicida.

En el aniversario del doble homicidio, el 21 de febrero, se cumplieron exactamente 730 días desde que Débora Elizalde y Gabriela Agüero fueron víctimas de los disparos mortales propinados por Kozac. Este individuo, una vez consumado el espeluznante crimen, parece haberse esfumado del mapa, sumiéndose en la impunidad.

Las hipótesis sobre la huida de Sergio Kozac apuntan a su posible salida del país, presumiblemente con la ayuda de personas de confianza. Sobre él pesa una orden de captura internacional emitida por Interpol, reflejando la gravedad de sus acciones y la urgencia de su detención.

Jorge Elizalde, padre de Débora y expareja de Gabriela, expresó su frustración ante la falta de avances en el caso. «Ya se pasaron 2 años y a Sergio Kozak, la tierra se le tragó. Nadie sabe nada de él, y si alguien sabe de su paradero, se lo pago muy bien para que se calle la boca», manifestó en una breve conversación con este medio.

A medida que transcurre el tiempo, la resolución de este caso parece alejarse cada vez más para los investigadores. Se revela que el doble homicida planeó meticulosamente su fuga, extrayendo una considerable suma de dinero del banco horas antes del crimen y eligiendo con anticipación su lugar de refugio.

El crimen

El fatídico día del crimen, Kozac sorprendió a las víctimas, madre e hija, cuando descendían de un automóvil frente al domicilio de una familiar. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que, sin bajarse de su camioneta Fiat Toro, extrajo un arma por la ventanilla y abrió fuego sin mediar palabra, primero contra Débora Elizalde y luego contra Gabriela Agüero.

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El femicida se dio a la fuga, abandonando su vehículo en las proximidades de una chacra de su propiedad, desde donde se esfumó sin dejar rastro. Dos años después, la incertidumbre persiste, y la búsqueda de Sergio Kozac sigue siendo un desafío para la justicia y una herida abierta para la comunidad de San Antonio.

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