Se anulará el juicio al acusado de balear a su esposa en Posadas y podría recuperar su libertad
Después de apenas dos jornadas de audiencia en el Tribunal Penal Uno, el presidente del mismo, Ángel Dejesús Cardozo, presentó un certificado médico por síntomas compatibles con dengue, lo que llevó a la suspensión del juicio al día siguiente.
Aunque se esperaba que el debate se reanudara esta semana, la incertidumbre sobre el tiempo de recuperación de Cardozo impidió que esto ocurriera.
Según confirmaron fuentes judiciales a Misiones Online, se esperaba que Cardozo retomara sus funciones mañana miércoles, pero surgió otro obstáculo con la licencia compensatoria de la jueza Viviana Cukla, también parte del Tribunal, extendiéndose hasta el 21 de marzo.
Esto ha dejado al proceso en un estado de parálisis, con la necesidad de establecer una nueva fecha de inicio. Además, esta situación abre la posibilidad de que el acusado solicite su libertad, dado que los plazos de prisión preventiva están excedidos.
El caso en cuestión se centra en un episodio traumático donde Rivero habría intentado acabar con la vida de tres personas: su ex pareja y madre de sus hijos, un joven en una parada de colectivo y una vecina.
La exesposa de Rivero, Elisa de Souza, en una entrevista con Misiones Online en 2017, expresó su deseo de que su experiencia sirva de ejemplo para otras mujeres que enfrentan situaciones similares.
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Elisa de Souza, también una de las víctimas, relató la historia de abusos y violencia que sufrió durante años a manos de Rivero. Su vida cambió drásticamente el 14 de diciembre de 2016, cuando Rivero le disparó a corta distancia, dejándola gravemente herida. Este ataque ocurrió mientras sus hijos esperaban en vano en la terminal de ómnibus, sin saber que su padre estaba violando una orden judicial al esconderse en la casa de Elisa.
A pesar de sus intentos desesperados por escapar, Elisa fue alcanzada por los disparos, y solo la intervención de un desconocido en la parada de colectivo evitó una tragedia mayor. La relación entre Elisa de Souza y Manuel Rivero estuvo marcada por la violencia constante, alimentada por el alcohol y otras sustancias. A pesar de tener diez hijos juntos, la vida de Elisa se vio atormentada por los abusos físicos y emocionales de Rivero, quien, según ella, se volvía más agresivo con el tiempo.