La casa del horror: de las señales que nadie vio al cruel asesinato de Atriel en San Vicente

“Buenas tardes quiero hacer pública esta triste historia. El señor de la foto, Darío René Romero, es un maltratador de un niño inocente. Es su hijastro, él y su mamá le golpean salvajemente con cables, varas, palos, piñas en la espalda. Tendrá unos 3 añitos ese bebé”, así inició el mensaje anónimo en redes sociales.

Todo esto ocurría cuando Atriel vivía en Oberá, junto a sus dos hermanastros, su madre y su padrastro. Los dos últimos hoy están detenidos y acusados de asesinar a golpes al nene de tan sólo cuatro añitos.

El participante anónimo lo advirtió, pero su alerta pasó desapercibida. “Dejen de encubrir a este tipo por favor. Todos ven, nadie hace nada y yo soy un señor adulto y con problemas de salud, no puedo andar en los juzgados haciendo denuncias. Por favor si alguien puede llamar a la Policía y que actúen, no esperemos un Lucio más”.

En los comentarios de aquella publicación, que data del 2 de febrero, el hombre fue cuestionado por los usuarios de la red social, a lo que respondió “todos saben del maltrato que le genera a ese nenito y su mamá junto”, asegurando a su vez haber llamado a la Policía pero que la pareja “lo escondió” a Atriel.

La muerte del pequeño Atriel se registró el pasado jueves. Su madre, María Milagros A. (21), llevó el cuerpo de su hijo en brazos al Hospital de San Vicente y lanzó a los médicos de turno “le pegue demasiado”, por lo que fue automáticamente demorada. Luego, confirmado el fallecimiento, su situación procesal se agravó. Mientras tanto, Darío René Romero (36) huía de la Justicia.

Romero fue capturado al otro día, en una zona rural conocida como Picada Zulma, ubicada a unos 40 kilómetros de la ruta nacional 14, llegando a la localidad de Caraguatay. El hombre estaba escondido en casa de un conocido al momento de su detención. Fue trasladado a San Vicente y alojado en la celda de una comisaría.

Ambos serán imputados, luego de su audiencia indagatoria ante el Juez Gerardo Casco, de homicidio agravado, cuya pena es la prisión perpetua. Pero, aun así, la pesquisa continuará, para poder establecer que tan culpable es la joven de 21 años.

Misiones Online dialogó con vecinos del barrio Esperanza, quienes coincidieron que la mujer sería una víctima más de Romero. Aseguraron que la joven era maltratada por su pareja y que no le dejaba siquiera levantar la mirada cuando caminaba junto a él.

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Cabe destacar que, el sábado, el mismo usuario de Facebook que denunció el maltrato que sufría Atriel, comentó su propia publicación y expresó “Fue advertido, nadie quiso ver ni escuchar. Ni doña Chona, su inquilina. Le escondieron al tipo en su momento”.

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