Qué tener en cuenta sobre el dolor menstrual, cómo tratarlo y por qué no se debe normalizar
En primer lugar, Alsina se refirió a qué es el dolor menstrual y explicó que es un tipo de cólico que se presenta en la parte baja del abdomen y del vientre, asociado directamente con la menstruación. «Este tipo de dolor tiene mayor prevalencia en adolescentes y mujeres jóvenes, disminuyendo a medida que se acerca la menopausia», aclara Alsina.
Tipos de Dismenorrea
El término médico para el dolor menstrual es dismenorrea, y se clasifica en dos tipos según Alsina: primaria y secundaria. «La dismenorrea primaria se refiere al dolor asociado a la menstruación sin una causa orgánica aparente. Este dolor suele aparecer 48 horas antes de la menstruación y dura entre uno y tres días, coincidiendo con los ciclos menstruales. El dolor primario se manifiesta a nivel pélvico y está relacionado con la presencia de la ovulación», explica la especialista.
Por otro lado, aclaró que la dismenorrea secundaria está asociada a una causa orgánica específica que provoca el dolor, como pueden ser condiciones médicas subyacentes.
La Biología del Dolor Menstrual
Alsina explicó que durante el ciclo menstrual, el cuerpo de las mujeres se prepara biológicamente para un posible embarazo. Este ciclo incluye cambios hormonales, variaciones en la temperatura corporal y transformaciones en el útero y los ovarios. Alsina detalla que, aproximadamente en el día 14 de un ciclo común de 28 días, ocurre la ovulación, momento en el cual el folículo ovárico libera un óvulo. «El endometrio, que es la capa más interna del útero, sufre diversos cambios preparándose para un posible embarazo. Si este no ocurre, se produce la menstruación y con ella, en muchas ocasiones, el dolor menstrual», agrega.
Desde el primer día de la menstruación, los folículos en los ovarios, que son pequeños sacos llenos de líquido, comienzan a crecer por estímulo hormonal. «Estas bolsitas de líquido aumentan de tamaño hacia la ovulación, momento en que el folículo expulsa el óvulo esperando ser fecundado», detalla Alsina.
Si no se produce la fecundación, el folículo remanente permanece en el ovario y los niveles hormonales de estrógeno y progesterona disminuyen. Esta disminución de progesterona libera sustancias químicas como prostaglandinas y leucotrienos, que aumentan la contractilidad del útero, preparando el cuerpo para un nuevo ciclo.
Los Síntomas del Dolor Menstrual
La profesional detalló que las contracciones uterinas provocadas por estas sustancias químicas generan los dolores de tipo cólico típicos de la menstruación, que son más intensos durante los primeros dos días del periodo. Este dolor también puede irradiarse a la zona lumbar y a la parte anterior e interna de los muslos. Además, los efectos sistémicos de las prostaglandinas pueden causar otros síntomas como náuseas, vómitos, sudoración fría, diarrea, migrañas o cefaleas.
Impacto en la vida diaria
El dolor menstrual no solo causa incomodidad, sino que también tiene un impacto significativo en la vida diaria de muchas mujeres. «Una de las mayores causas de ausencia escolar o laboral en personas con útero es el dolor menstrual», señala Alsina. A menudo, este dolor está subdiagnosticado o es infravalorado, incluso por las propias mujeres, que lo consideran parte normal de su ciclo.
Por este motivo, remarcó que la educación y el acceso a tratamientos eficaces son esenciales para mejorar la calidad de vida de las mujeres que padecen dismenorrea. Consultar a un especialista en ginecología puede ayudar a identificar la causa del dolor y proporcionar el tratamiento adecuado, especialmente en casos de dismenorrea secundaria.
Muchas mujeres se ven obligadas a ausentarse de la escuela, el trabajo o eventos sociales debido al dolor menstrual, lo que también puede contribuir a situaciones laborales injustas. «Es fundamental que haya un mayor asesoramiento por parte de los ginecólogos y que las mujeres no naturalicen este dolor», añade Alsina y aclaró «Tratar el dolor menstrual no siempre requiere métodos invasivos, pero es vital abordarlo para evitar el impacto negativo en la vida diaria»
Alsina sostuvo que, además de manejar el dolor, es importante garantizar el acceso a productos de gestión menstrual, como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales. «Esto es esencial para la igualdad social», destaca Alsina. Todas las personas deberían tener derecho a un manejo adecuado tanto del dolor menstrual como de la gestión menstrual.
Dismenorrea Secundaria y Endometriosis
Por otro lado, la especialista consideró que un aspecto crítico es diferenciar entre la dismenorrea primaria y secundaria. En este sentido, explicó que «La dismenorrea secundaria se debe a causas orgánicas subyacentes que requieren un diagnóstico y tratamiento específico. La endometriosis es una de las principales causas de dolor menstrual secundario y puede traer complicaciones severas si no se trata adecuadamente».
Y agregó: «La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido similar al endometrio fuera del útero. Este tejido responde cíclicamente a los cambios hormonales, provocando dolor en diferentes partes del cuerpo, no solo en la pelvis. Los focos de endometriosis pueden encontrarse en la pelvis, sobre la superficie de los ovarios, detrás del útero, y en otros lugares. Esto causa dolor durante las relaciones sexuales y otros síntomas coincidentes con las menstruaciones», explica Alsina.
La importancia de un diagnóstico correcto
El diagnóstico de la endometriosis y otras causas de dismenorrea secundaria es crucial para proporcionar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas. «Es fundamental que las mujeres con dolor menstrual severo busquen asesoramiento médico para descartar condiciones como la endometriosis», enfatiza Alsina.
Alsina remarcó que es crucial considerar la endometriosis cuando una mujer presenta dolor menstrual severo. No diagnosticarla a tiempo puede llevar a una inflamación crónica en la pelvis, lo que causa un daño prolongado en la sensibilidad de los órganos pélvicos. «Es como un pinchazo constante que provoca una hipersensibilidad, haciendo que el umbral del dolor sea más bajo. Incluso después de tratar la endometriosis, el dolor nervioso puede persistir debido a este daño crónico», explica Alsina. Además, sostuvo que la endometriosis puede afectar a adolescentes, con una prevalencia estimada entre el 20% y el 40%.
Otras causas ginecológicas de dolor menstrual
La médica explicó que además de la endometriosis, existen otras condiciones que pueden causar dolor menstrual, como la adenomiosis, donde el tejido endometrial se mezcla con el músculo del útero, dificultando su contracción y provocando menstruaciones dolorosas y abundantes. «Los fibromas o miomas, crecimientos no cancerosos en el útero, también pueden generar dolor significativo. En algunas mujeres, el útero puede estar lleno de estos crecimientos, asemejándose a una bolsa de palomitas de maíz», añade Alsina.
Causas no ginecológicas del dolor
Alsina aclaró que no todos los dolores pélvicos tienen una causa ginecológica. «Entre las posibles causas se encuentran los embarazos ectópicos, los abortos en curso, y las infecciones de transmisión sexual como la clamidia y la gonorrea, que pueden llevar a una enfermedad pélvica inflamatoria. Esta condición puede pasar desapercibida inicialmente pero puede causar adherencias y cicatrices en los órganos pélvicos, provocando dolor a largo plazo» dijo.
Malformaciones congénitas
Alsina destacó que en niñas y adolescentes, las malformaciones congénitas del tracto genital, como el himen imperforado, pueden causar dolor significativo al impedir la salida del flujo menstrual. «Esta condición se diagnostica mediante un examen físico y se resuelve rápidamente con una pequeña intervención quirúrgica», comenta Alsina.
Alsina consideró que es fundamental recordar que no todo dolor abdominal está relacionado con los ovarios. «Alrededor del útero y los ovarios se encuentran otros órganos como el colon, el intestino delgado y la vejiga», explica Alsina. A veces, condiciones en estos órganos pueden causar dolor que se confunde con dolor ginecológico.
Anatomía y otros órganos pélvicos
Los ovarios, aunque esquemáticamente se representan como si fueran una mariposa, en realidad están ubicados hacia atrás en la pelvis, dijo Alsina. Rodeando al útero, se encuentran otros órganos como el intestino grueso (colon) y el recto, que es la porción final del colon donde se acumula la materia fecal antes de la defecación. Delante del útero se encuentra la vejiga. Además, hay muchas venas en la pelvis, y algunas mujeres pueden desarrollar varices en esta área, conocidas como varicosas pélvicas, que también pueden causar dolor.
En este sentido, Alsina explicó que no todo dolor pélvico está relacionado con la ginecología. Existen varias condiciones gastrointestinales que pueden causar dolor similar al menstrual, como el síndrome de intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal, la constipación crónica y las diverticulitis. «Consultas gastroenterológicas también son importantes cuando se sospecha que estos son los causantes del dolor», menciona Alsina. Además, intolerancias alimentarias como la lactosa, la enfermedad celíaca no diagnosticada y el sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) también pueden ser factores.
Otros factores,»incluyen infecciones urinarias, cálculos renales y problemas psicológicos o emocionales, como antecedentes de abuso sexual o violencia. Es crucial hacer un interrogatorio completo y detallado de la paciente para determinar la verdadera causa del dolor», señala Alsina.
Factores de Riesgo del Dolor Menstrual
Entre los factores de riesgo para el dolor menstrual se encuentran la edad, especialmente entre los 20 y 30 años. La dieta también juega un papel crucial. «Las dietas ricas en grasas saturadas, comida chatarra y el consumo de tabaco son pro-inflamatorios y pueden aumentar los síntomas del dolor menstrual», explica Alsina. Además, el consumo excesivo de alcohol y cafeína también pueden exacerbar el dolor.
La depresión y la ansiedad son otros factores según Alsina, que pueden intensificar los síntomas del dolor menstrual. «Una dieta saludable, rica en ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los pescados, puede actuar como antiinflamatorio y ayudar a reducir el dolor», recomienda Alsina. Reducir el consumo de harinas blancas, azúcares simples y alimentos con alto índice glucémico también puede ser beneficioso.
Enfoques terapéuticos para el dolor menstrual
Una de las primeras medidas a tomar ante el dolor menstrual es realizar una prueba terapéutica. Esta prueba es esencial porque no siempre es fácil llegar a un diagnóstico claro de inmediato. «No se puede simplemente proceder a una cirugía o introducir una cámara de inmediato,» explica Alsina. «Muchas veces, las ecografías y otros estudios iniciales no logran detectar la causa del dolor, por lo que se recurre a una prueba de tratamiento analgésico. Si el dolor responde bien a los analgésicos, probablemente se trate de dismenorrea primaria, es decir, dolor menstrual sin una causa subyacente grave» dijo.
Además, contó que durante esta prueba terapéutica, que debe durar al menos tres meses, se administran analgésicos. «Es crucial entender que no todos los analgésicos son igualmente efectivos para el dolor menstrual. El paracetamol es excelente para el dolor general y la fiebre, pero no es un antiinflamatorio», aclara Alsina. Para tratar el dolor menstrual, se recomiendan los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno, naproxeno o ácido mefenámico. Estos medicamentos no solo alivian el dolor sino que también reducen la inflamación, ayudando a controlar los síntomas.»
Es fundamental que este tratamiento se realice bajo la supervisión de un médico, quien ajustará la dosis y la posología adecuada para cada paciente. «El ibuprofeno, por ejemplo, puede tomarse en dosis de 400 mg cada ocho horas,» sugiere Alsina, pero insiste en que esto debe hacerse en el contexto de una consulta médica. Los AINEs deben tomarse justo antes o al inicio de la menstruación y continuar durante los primeros dos o tres días, que suelen ser los más dolorosos.
Además de los analgésicos, existen otras terapias que pueden ayudar a aliviar el dolor menstrual:
Aplicación de calor local: «El calor causa vasodilatación, ayudando a dispersar las prostaglandinas acumuladas en el útero y reduciendo la actividad uterina,» explica Alsina. Esto alivia el dolor cólico típico de la menstruación, ya que el calor relaja los músculos y disminuye los espasmos.
Acupuntura: «Aunque los estudios sobre la acupuntura aún no son concluyentes, hay indicios de que puede ayudar a algunas pacientes, especialmente aquellas con hipersensibilidad al dolor. La acupuntura puede disminuir el umbral del dolor, proporcionando alivio»
Estimulación neural transcutánea: «Este tratamiento es más invasivo y se reserva para casos más severos. Se utilizan dispositivos que envían pulsos eléctricos a través de la piel para aliviar el dolor».
Por otro lado, Alsina sostuvo que además de los tratamientos médicos y las terapias complementarias, es vital realizar ajustes en el estilo de vida para manejar el dolor menstrual. Reducir el estrés, mantener una dieta balanceada y evitar el consumo excesivo de tabaco, alcohol y cafeína puede tener un impacto significativo en la reducción de los síntomas. «La dieta saludable siempre nos va a ayudar», enfatiza Alsina, recomendando una ingesta rica en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Estrategias para la Reducción del Estrés y Manejo del Dolor Menstrual
El estrés y la falta de descanso son factores que pueden agravar el dolor menstrual. «El estrés incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y esto está asociado a un mayor dolor menstrual,» comenta Alsina. Por lo tanto, es fundamental implementar técnicas para reducir el estrés en la vida diaria.
Estrategias para Reducir el Estrés
Incorporar prácticas como el yoga, el mindfulness y la actividad física regular puede ser muy beneficioso. «Realizar actividades físicas al menos 45-60 minutos, tres veces por semana, puede mejorar significativamente el dolor menstrual,» sugiere Alsina. Sin embargo, advierte sobre el peligro del ejercicio en exceso. «Demasiada actividad física sin una adecuada recuperación puede aumentar los niveles de cortisol, exacerbando el dolor en lugar de aliviarlo.»
Equilibrio en la Actividad Física
Es crucial encontrar un equilibrio en la actividad física. «El ejercicio debe ir acompañado de una evaluación nutricional para asegurarse de que el cuerpo se recupere adecuadamente,» enfatiza Alsina. Un exceso de ejercicio, combinado con una mala alimentación, puede provocar un mayor desgaste y más inflamación, contribuyendo al dolor en lugar de reducirlo.
Terapias Complementarias
Además del ejercicio, se recomiendan otras terapias para la reducción del estrés:
Yoga y mindfulness: Estas prácticas ayudan a relajar el cuerpo y la mente, reduciendo los niveles de cortisol.
Calor local: Aplicar calor local en el área del abdomen puede aliviar el dolor menstrual al causar vasodilatación y relajar los músculos uterinos.
Importancia de No Minimizar el Dolor
Es fundamental que las mujeres no minimicen su dolor menstrual. «Si el dolor te impide realizar tus actividades diarias, eso no está bien,» dice Alsina. Existe una tendencia a evitar la medicación por temor a los químicos, pero Alsina subraya la importancia de no ser masoquistas. «Tomar medicación para aliviar el dolor no es una traición a ningún mantra ni filosofía de vida,» añade. «Si las técnicas no invasivas no funcionan, no hay nada de malo en tomar un ibuprofeno.»
Además del dolor menstrual, es común que algunas mujeres experimenten dolor de ovulación. Este tipo de dolor, conocido como dolor intermenstrual, generalmente se siente de un solo lado del abdomen, correspondiente al ovario que está ovulando. «El dolor de ovulación suele ser unilateral y puede cambiar de lado cada mes, dependiendo de cuál de los dos ovarios esté liberando el óvulo,» explica Alsina.
Características del Dolor de Ovulación
El dolor de ovulación es agudo y generalmente dura alrededor de un día. «Este dolor no proviene del útero, sino del ovario, y se cree que ocurre debido a la expansión de la cápsula del ovario al liberar el óvulo,» añade Alsina. Además, cuando el folículo se rompe para liberar el óvulo, puede liberar líquido en la pelvis, lo que puede causar irritación y dolor, que se reabsorbe en unos días.
Tratamiento del Dolor de Ovulación
Para aliviar el dolor de ovulación, también se recomienda el uso de analgésicos. «El dolor generalmente desaparece por sí solo, pero si persiste y no responde a los analgésicos, es importante consultar a un médico,» sugiere Alsina. Aunque no hay factores de riesgo específicos ni formas de prevenir el dolor de ovulación, reconocerlo como una parte normal del ciclo ovárico puede ayudar a las mujeres a manejar mejor sus síntomas.
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