
La industria turística de EE.UU. enfrenta un desafío significativo debido a las políticas de Trump, con una proyección de una disminución del 11% en turistas internacionales para 2025. Factores como restricciones migratorias y tensiones comerciales están afectando la percepción del país como destino turístico, lo que ya se refleja en cancelaciones de viajes y eventos culturales.