
El agresor, de 20 años, tenía una orden de exclusión previa por violencia familiar, el cual volvió al domicilio y quiso golpear a su madre. La mujer llamó a la Policía y cuando llegaron, el joven se atrincheró en el baño y luego lloró para no ser detenido, pero fue reducido y quedó a disposición de la Justicia.