Viruela del mono: cómo se contagia, sus síntomas y claves para prevenir la infección
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la denominada viruela del mono o viruela símica –monkeypox en inglés- una emergencia de salud pública de alcance internacional. Actualmente se desconoce el reservorio natural de resta enfermedad, pero se sabe que los roedores africanos y los primates, como los monos, pueden albergar el virus e infectar a las personas.
La viruela del mono suele tener una sintomatología más leve que la de la viruela. La enfermedad comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos -un síntoma que no tiene la viruela- y agotamiento. Hasta tres días después de tener fiebre, puedes desarrollar un sarpullido en la cara y el cuerpo que evoluciona hasta lesiones en la piel como costras.
El periodo de incubación, es decir, el tiempo desde que la persona se infecta hasta que tiene síntomas, suele ser de 7 a 14 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. La enfermedad suele durar entre 2 y 4 semanas.
Cómo se propaga y letalidad
“La infección se puede propagar cuando alguien está en contacto cercano con una persona infectada; sin embargo, existe un riesgo muy bajo de transmisión a la población en general”, afirma en un comunicado la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
Según la OMS, la tasa de letalidad varió durante las distintas epidemias, pero fue inferior al 10% en los eventos documentados hasta ahora.
Según la OMS, en casos iniciales el virus de la viruela del mono se transmite a través del contacto directo con la sangre, fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales que han sido contaminados con el virus.
Puede propagarse a través del contacto cercano, como tocar, besar o tener relaciones sexuales, así como a través de materiales contaminados como sábanas, ropa y agujas, según la OMS.
El virus ingresa al cuerpo a través de heridas en la piel aunque no sean visibles, del tracto respiratorio o de las membranas mucosas, como son los ojos, la nariz y la boca.
La OMS indica que la transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias tras prolongados contactos cara a cara con una persona que contrajo el virus, lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección.
Vacuna aprobada pero escasa
Existe una vacuna aprobada recientemente para la viruela del mono, pero no está disponible de manera amplia.
La vacuna antivariólica, de todas maneras, demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela del mono, según la OMS, y «puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea más leve».
La contra radica en que, desde la erradicación de la viruela en 1979, está vacuna tampoco tiene una disponibilidad generalizada según la organización.
La OMS afirma que la única forma de reducir las infecciones es educar a la población sobre qué los factores de riesgo y cómo reducir la exposición. Por ejemplo, reduciendo el riesgo de transmisión de los animales a las personas evitando cualquier contacto con roedores y primates en regiones endémicas y limitar la exposición directa a la sangre y carne, y su cocción a fondo.
En el caso de transmisión de persona a persona, la OMS indica que es preciso evitar el contacto con personas infectadas con el virus por lo que se recomienda el aislamiento de los pacientes en sus casas o en centros de salud.