29/03/2024
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Uno de los líderes del cruento motín de Tacumbú estuvo preso en Misiones en el 2012

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El motín de la prisión paraguaya de Tacumbú, con cientos de reclusos armados con cuchillos que comenzó con el secuestro de 19 guardias, terminó con una masacre en la que fue asesinados siete convictos, tres de ellos fueron decapitados. Uno de los líderes del alzamiento, Orlando Efrén Benítez Portillo (42 años), intentó perpetrar dos robos en Misiones en el 2012, fue detenido en una comisaría de la localidad de Puerto Rico–junto a otros tres presos fugados de una cárcel paraguaya- y luego expulsado a su país.

 

Tacumbú, la mayor cárcel del país, vivió casi 24 horas de caos el martes pasado por un amotinamiento. Cientos de internos del penal que alberga a unas 4.100 personas –el doble de las que debería– tomaron uno de los pabellones del penal donde había ocho guardias. La entrada de las fuerzas antidisturbios retomó el control de la cárcel y confirmó los estragos del suceso: hubo siete muertos, tres de ellos por decapitación.

 

 

No es un enfrentamiento entre clanes”, afirmó este miércoles la ministra de Seguridad de Paraguay, Cecilia Pérez, en una entrevista radial, después de que algunos medios locales atribuyeran el motín a un enfrentamiento entre internos de la mafia paragua y miembros del grupo brasileño Primer Comando Capital (PCC), la organización criminal más grande de Sudamérica, que controla parte del tráfico ilegal de drogas, armas y personas en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.

 

El motín se produjo debido a un plan de  fuga de Orlando Efrén Benítez Portillo y Armando Javier Rotela Ayala (43 años), ambos vinculados al Primer Comando Capital de San Pablo; el caso de Rotela Ayala como jefe o líder del microtráfico de crack en Asunción y Benítez Portillo como un criminal especializado en asaltar bancos, volar cajeros automáticos y escapar, dos veces, de cárceles de su país.

 


Planeaban robar un banco en Misiones

 

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Motín en Paraguay.

 

En diciembre de 2012 dichos delincuentes –junto a otros  tres presos- llevaron a cabo la fuga de la prisión en Las Misiones. Rotela Ayala escapó hacia Asunción y luego San Pablo, Benítez Portillo y sus cómplices cruzaron el río Paraná y se instalaron en la zona de San Gotardo en Capioví (Misiones).

 

Desde allí pergeñaban asaltar una ferretería en aquella localidad  y posteriormente un banco en la ciudad de Jardín América, para hacerse de herramientas y dinero. Sus planes fueron desbaratados por la Policía de Misiones y detenidos por los efectivos de la Unidad Regional IV.

 

Después de permanecer detenidos por breve tiempo en una comisaría de Puerto Rico fueron expulsados del país y se produjo nuevamente su captura en Paraguay y alojados en la cárcel de Tacumbú.

 

Según los rehenes de la revuelta carcelaria del martes pasado, eran unas 1.000 personas amotinadas manteniendo a 19 guardias secuestrados. La mitad de los que trabajaban en ese turno.

 

El Ministerio Público del Paraguay  revisó el penal y confirmó la muerte de siete personas recluidas, aunque no precisaron ni dónde ni cómo murieron, excepto por tres de ellas que fueron decapitadas, un método que suelen usar las mafias para enviar mensajes a sus adversarios, como poder y control de situaciones internadas entre grupos delictivos.

 

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