
La contracción de la economía en EE. UU. durante el primer trimestre ha generado caídas en los mercados globales y aumentado el temor a una recesión mundial. Las bolsas de Nueva York y Europa registraron fuertes bajas, mientras que los inversores buscan refugios alternativos en medio de la incertidumbre. El panorama se complica con nuevos aranceles y la apreciación del euro, afectando el atractivo de las acciones europeas.